viernes, 30 de septiembre de 2011

Llora por ti, Latinoamérica.

Aunque en otros mundos sea la buena educación, el trabajo regido por la ética protestante o el conocimiento orientado al desarrollo de la tecnología, aquí abajo la herencia para las nuevas generaciones la constituye el concepto de estancamiento. Sí, América Latina está delimitada por la convicción de que el progreso es un mito, debido a que este subcontinente es un cúmulo de países cortoplacistas, en donde la mayoría de sus habitantes terminan sobreviviendo a diario… no se piensa en el mañana mientras se solucionen las necesidades básicas de una vida digna en el hoy. Es así como el hecho de no tener en nuestras mentes, y peor aún, en nuestra identidad, la idea de “Planeación”, se convierte en un estancamiento para aquellos que trabajan desde muy temprana edad y que, inconscientemente, transmiten el trabajo inequitativo en sí a sus hijos, como la única forma de ganarse un lugar de la existencia en este planeta.

Pero “lamentablemente”, este mecanismo cotidiano de supervivencia no le da esperanzas a la gente que lo adopta, aunque sí le dé pan de vez en cuando. Por ello, en estos países, donde los gobiernos parecen ser sordos, a las poblaciones no les queda más remedio que coger esa parte de su herencia dada por el sincretismo religioso, tomando como alternativa de vida los principios morales antes que los de la biología tradicional (la supervivencia del más fuerte, la red trófica). Y de este modo, las personas de aquí persisten en este mundo; a veces de una manera tan milagrosa, que quien observe desde afuera podría apostar que sacan comida del aire. Claro que no todos, recuerden que estamos hablando de una tierra, en donde las tasas de mortalidad infantil y las expectativas de vida para los adultos pueden equipararse con las de un continente más perdido, como África.

Sin embargo, es por la misma herencia que la esencia del pueblo que lucha por sobrevivir a diario permanece, es por lo que Latinoamérica será reconocida ante las demás regiones del mundo… porque mientras sus moradores realizan actividades que varían según el hambre del trajín diario, también lograr intercambiar constantemente los roles de víctimas y victimarios establecidos en cada uno de sus países. Por fortuna, este todavía se considera un continente con esperanza vital.

Laura Bayer Yepes.


[...Sé que no va mucho con el estilo del blog, pero simplemente era algo que no quise dejar pasar, ni que se quedara en un simple informe para la clase de Historia.]

domingo, 25 de septiembre de 2011

Mátame.



Mátame.
Porque soy Sísifo en una tarea eterna.
No puedo borrar imágenes de tu mente,
menos recuerdos...
Y si te coso los ojos, aún así no evitaré que dejes de verle.
Pero eres mi niño, y quisiera cuidarte...
¿Puedo una vez más besarte?
Soy incapaz de tenerte.
Ella es la luna,
que se puede contemplar,
tiene forma definida,
hasta se puede regalar...
y yo,
el sol,
a quien nadie podrá mirar jamás.
¡Ja!
Sólo pregunto cómo logrará
hacer que despiertes de un sueño muerto.

(Pinta: Gino Rubert.
Gracias, maestro, aunque no podrá leer esto, sus pinturas siempre me inspiran... o mejor, siempre saben qué siento.)

lunes, 19 de septiembre de 2011

Esperando...




Mirada baja, aún brilla. Mis manos aguardan.
No cubro mis ojos, ya mis lentes se empañarán por mí.
No quiero verme lánguida.
Ahí está el arete perdido...
¿y Laura, dónde está?
¡Ojalá que no sea acá!