viernes, 26 de abril de 2013

Adiós, Pelirroja



Casi siempre me detengo
a observar ese cabello
en el que tantas veces quise enredarme,
ese que se pone opaco con el sudor,
las penas
y el caramelo de tu pensamiento ingenuo.

Pero es rojo,
como el carmín que le untás a tus labios
y esas cosas te hacen una mujer fatal.
Un corazón límpido
que quisiera ensuciarse por sí mismo.

De vos me despido,
pelirroja despintada,
ya no vale seguir en la ruleta
donde se juega el amor y la nada,
y la nada allí es todo
y el amor... pura mierda.

Como tu actitud falsa.
Como tus dramas
que me reafirman recuerdos prefabricados de convicción.

Sé que si lo pido,
no te marchás...
pero en cambio, te dejo ir
para que los celos pasen a otra,
para que la envidia comience a alimentar las raíces de los árboles
y par que las desgracias se vayan a inspirar
a los estudiantes febriles de Literatura.

Las desdichas deben ser ajenas,
más para uno que no es escritor.

¡Adiós, Pelirroja!

miércoles, 3 de abril de 2013

¿Cómo decirlo?


¿Cómo frenar el ímpetu de la palabra "basta"?
Cómo ocultar mi deseo
de emancipación absurda,
cuando alivianás los pesos de mis dudas
y de esa obsesión que aún no olvido.
Cómo negarle la magia a un último encuentro,
el último con sabor al mañana que se alarga
como se alargan los besos cuando la vida real acosa palmeando el vidrio.
Cómo admitir que lo peor de estar con vos es estar sin vos
y odiar la distancia
el tiempo
la conexión prohibida
la palabra equivocada.
Cómo afirmar un cariño amorfo que me empuja
hacia atrás.
Pero fuiste ese paso atrás que siempre quise dar
porque valía la risa y no la pena
porque siempre pronunciaba "adiós" cuando pensaba en "quedate",
y cuando dije quedate, desapareciste.
¿Cómo desapareciste?,
si sos el hombre más relativo del mundo...
mas el problema fue
acostumbrarme a que vendrías
a los besos que nunca quise dar desde el principio.
¿Cómo puedo hablar?
Si hasta callando demuestro
que sos el problema que quisiera tener siempre conmigo.