sábado, 27 de junio de 2015

Alarma

Le miré, yacía apacible junto a mí con sus ojos cerrados.
No eran los mismos párpados
no los mismos cabellos
no los mismos pómulos.
Mi cerebro lo notó a tiempo
y contuvo mi boca.
No pude llamarlo por tu nombre.
Alguien duerme en la cama equivocada.