jueves, 14 de febrero de 2013

Efraím Medina.

"Una Mujer Posible" - Efraim Medina Reyes

No sé quien eres y estás en mí como las uñas que se aferran y crecen desde mi carne. Cada cierto tiempo las corto con indiferencia, pero si intentara arrancarlas el dolor sería insoportable. También la idea de que existas se pierde a veces en los laberintos de mi mente y luego, como las uñas en mis dedos, me impone de nuevo su presencia. ¿Debería llamarte amor? A fin de cuentas eres abstracta, sin peso alguno en mi realidad. No perteneces a lo sucesivo y, sin embargo, le das forma a mis sensaciones. Imagino tus pasos, el olor de tu cuerpo desnudo en la penumbra perfuma mi silencio. Me tiendo en el vacío y siento como este brusco sentimiento me invade. Tu voz vibra como un lejano diapasón en la noche invisible. Es como si estuvieras grabadas en mis ensoñaciones y delirios, suspendida en una dimensión sin horas ni testigos. Te pienso y te extraño, encuentro tu ser a medianoche y me fundo en ti. Mi carne se hunde lentamente en la tuya y no hay límite ni frontera. Mis palabras acarician las tuyas. Somos tu y yo un sortilegio que atraviesa la realidad. No importa tu nombre, sé de memoria el color de tus ojos. Mi vida no incide en tu vida. Tu vida es gris, tienes un nombre y un oficio, tienes un hombrecito y él tiene un nombre y un oficio. Tienen su previsible amor y el deseo que se ha ido destiñendo y ahora es más obligación que placer, más costumbre que ganas. Tienen sus cuentas pendientes, sus discusiones, sus crisis, sus listas, pedos y mentiras. En la cama, aburrida, intentas conciliar el sueño. Tu perfecta vida es breve e insípida. Tiemblas al sentir que rozo tu cuello, que penetro tu ansiedad. Soy el sueño prohibido. Mis manos aferran tu carne, tus piernas se abren, me adentro en tu cuerpo y tu mente, mis labios te queman, mi lengua se hunde en tu culo, de tu boca entreabierta escapan quejidos. Tu hombrecillo ronca como una estúpida, risueña y pesada nada.  

Qué triste que otra persona ya haya pensado antes lo que siento por vos.


Foto: Chris Catalina Convers.